Nuestra Historia
Estábamos los pastores
A la luz de las estrellas,
Cuidando las ovejas
En esa noche bella.
De repente sentimos,
Una presencia divina,
La gloria del señor nos rodeó;
Y tuvimos gran temor.
Era un ángel del cielo
Que nos dijo no temáis,
Traigo nuevas de gran gozo;
Que será para todo el pueblo.
Que os ha nacido hoy
En la ciudad de David,
Un salvador
¡Que es Cristo el Señor!!
Al oír la nueva del ángel’
Mi corazón se lleno de gozo,
Levante mis ojos al cielo;
Y vi ángeles… tan hermosos.
Regocijándose cantaban,
Con gran gozo glorificaban,
¡Gloria a Dios! ellos daban y
A los hombres paz y buena voluntad deseaban.
Corrimos apresurados a Belén,
Ha ver lo que había sucedido,
Porque señal se nos había dado;
De los ángeles manifestados.
Encontramos al niño acostado,
En un humilde pesebre,
Nosotros todos, postrados;
De rodillas al salvador adoramos.
Regresamos a nuestro rebaño,
Contentos y a Dios alabando,
Por tan grande y hermoso regalo;
Que el nos había otorgado.
Por Elizabeth Montoya
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